Madrid,
18 de junio de 2.020
Querido
alumno, este curso te ha tocado vivir algo excepcional.
Tu
último curso de Primaria, después de seis años, lo has tenido que terminar en
casa con tus familiares; sin los compañeros con los que normalmente juegas, con
los que te ríes, con los que también te enfadas y con los que compartes todo lo
que haces. Efectivamente, con tus amigos de clase aprendes, les cuentas tus
asuntos, les enseñas tus cosas, les ayudas y te ayudan.
Tampoco
hemos estado en el aula, físicamente, junto a ti, los profes; pero sí hemos
estado en clase a tu lado y siempre
muy cerca. En muchas ocasiones, estábamos hasta los fines de semana y después
del horario de clase, ¿verdad? En todo momento he intentado ayudarte en lo que
he sabido y con todo lo que he podido, desde la distancia del confinamiento. Yo
también he aprendido un montón de cosas nuevas durante estas semanas.
Es
verdad que hemos tenido pérdidas importantes. Algunos compañeros han perdido a
algún familiar, y eso nunca se va a poder recuperar. Cuando me enteraba de
algún caso lo he sentido de corazón, como sé que lo has hecho tú también.
Por
otro lado, en el colegio hemos dejado de hacer juntos algunas cosas que
teníamos programadas: Este año nos hemos quedado sin excursiones, museos,
festivales… Sobre todo, yo echo en falta el tiempo de compartir juntos estas
últimas semanas, en las que siempre se establece un clima de confianza y mucho
cariño entre tú y yo, antes de pasar a la ESO.
Este
curso no has podido disfrutar de los aspectos que te estoy comentando, pero no
quiero que lo olvides; ya sabes que siempre te digo que de todo (y de todos)
tienes que aprender para sacar ventaja. Es importante que no olvides lo que has
pasado para valorar todos los momentos que, a partir de ahora, vas a tener.
Cuando estés con tus amigos jugando, corriendo, saltando… Cuando estés con los
profesores escuchando, preguntando, riendo… Recuerda estos días de aislamiento
social en los que no podías hacerlo y aprovéchalos.
Sabes
que siempre seguiré a tu disposición para todo aquello que consideres que mi
ayuda pueda ser oportuna. Recuerda esos alumnos
mayores que durante el curso vienen a verme en el recreo, en cambios de
clase… Espero también tus visitas y, si no es así, no pasa nada, por lo menos
nos saludaremos en los pasillos o en el patio.
Y
a vosotros, madres y padres de los alumnos, agradeceros todo el esfuerzo y el
trabajo que habéis realizado para hacer
de Rufino en casa, facilitar mi trabajo y que tu hijo siguiera adelante con
las tareas. He sentido desde el principio vuestra cercanía y colaboración.
Espero haber sabido yo también dar la respuesta que os merecíais en todo
momento.
Rufino Sánchez
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